La cita no sólo marca la primera visita del mandatario a la provincia, sino también su debut en una iglesia evangélica, acontecimiento que los miembros de la comunidad reciben como un gesto distintivo de reconocimiento a la fe y a los valores espirituales.
Guillermo Ledesma, referente espiritual de la congregación, vive estos días con una mezcla de gratitud, alegría y compromiso. «Esto es el cierre de una década de sueños e intensos trabajos«, dice, refiriéndose a la reciente inauguración del templo que, con capacidad para 18 mil personas sentadas y tecnología de punta, redefine lo que significa una experiencia colectiva de fe en la región. Y la distingue aún más el hecho de que –contra todos los pronósticos– fue construida pieza a pieza exclusivamente por el esfuerzo de la comunidad. «No hubo financiamiento externo, esto es corazón y tenacidad chaqueña«, agrega Ledesma, con emoción.
La visita presidencial es parte de un congreso internacional anual de formación, un espacio tradicional de la iglesia, pero que este año cobra ribetes históricos. «Extendimos la invitación formalmente y fue increíble recibir la confirmación«, relata el mentor, destacando la sencillez con la que el equipo presidencial accedió al pedido. «Quizás vio el empuje genuino de nuestra gente«, reflexiona, convencido de que el mensaje del Portal del Cielo es mucho más que religioso: es inclusivo, socialmente activo y profundamente comprometido con el bienestar común.
Despliegue y logística fuera de lo común
En cuanto al protocolo, el despliegue asombra: días previos, equipos de seguridad, logística y diplomacia desfilan por las inmediaciones del templo. La coordinación con las autoridades locales y provinciales es clave, y la comunidad de Portal del Cielo responde con más de mil voluntarios listos para recibir y atender a la delegación presidencial y a los miles de asistentes. «Queremos que el presidente se sienta cómodo y seguro para que, ojalá, vuelva«, comenta Ledesma, evidenciando la hospitalidad chaqueña.
Aunque se desconoce si Milei tomará la palabra de manera formal, hay expectativa sobre su posible mensaje de integración entre política y espiritualidad. «No viene a hacer campaña ni política partidaria, sino a acompañar un acto de fe y valores. Eso es lo que nos importa«, subraya.
El evento, de carácter privado, será tanto una celebración como un momento de fuerte simbolismo para la comunidad creyente de Resistencia y la región. Porque, en definitiva, tras una década de sueños y ladrillos, lo que está en juego no es sólo el lucimiento de un coloso arquitectónico, sino la reafirmación de una identidad local tejida con esperanza, fe y esfuerzo colectivo.
Con todo listo y corazones abiertos, el Portal del Cielo está preparado para vivir, quizás, uno de los capítulos más memorables de su historia.
ENTREVISTA EN NORTE PLAY
Por Marcelo López
Periodista de diario NORTE. Plataformas multimediales, web y redes sociales.
