El segundo semestre presenta un nuevo panorama para los inversores, con algunos anuncios que, si bien no parecen cambiar fuerte en el corto plazo el escenario económico y financiero local, sí plantea algunos cambios hacia adelante. En ese contexto, los analistas plantean opciones de inversión.
Posiblemente, los cambios y anuncios más destacados sean la promulgación de la ley Bases y el paquete fiscal, el ingreso de Federico Sturzenegger como «el gran desregulador» al Gobierno, el pase de los pasivos del Banco Central al Tesoro que se anunció y, aunque con alcance más limitado, la firma del Pacto de Mayo. Todo esto, en un contexto de escasez de dólares y volatilidad cambiaria.
Las LECAP, una opción interesante
Ante ese escenario, la analista financiera Elena Alonso dice a Ámbito que ve una oportunidad interesante en «las tasas de las LECAP para los plazos más largo, que llegaron al 70% (tasa efectiva anual, TEA) recientemente y están rindiendo mucho mejor que el plazo fijo». Señala que es una herramienta segura y mucho más líquida que el plazo fijo tradicional y que, por lo tanto, es una opción para aprovechar.
«Las inversiones en el nuevo contexto, como siempre digo, dependen del horizonte de inversión y el perfil de riesgo del inversor«, apunta, en un sentido similar, el experto en finanzas Marcelo Bastante, para los más conservadores la inversión en LECAP es una buena opción. Y menciona que, para los que no están familiarizados con estos instrumentos, tal vez conviene invertir en fondos de renta fija. «Incluso hay fondos especializados que invierten en LECAPs», menciona.
Los bonos soberanos para el largo plazo
En tanto, para horizontes más largos, Bastante indica que los bonos soberanos siguen siendo una buena opción, pues siguen estando en valores bajos, pero siempre bajo el concepto de que «no es para el cortísimo plazo, pues ya es sabido que los bonos soberanos están bajos y tienen potencial de alza», sin fecha específica para que den un salto.
Juan Ignacio Alra, Portfolio Manager de Southern Trust, coincide, en parte, con esta mirada al señalar que «la aprobación de la ley Bases, si bien se promulgó con una redacción muy distinta a la que se pretendía desde el oficialismo, sirvió para darle un poco de aire fresco al Gobierno y, en ese contexto, inversiones interesantes podrían ser Bopreales o los bonos globales» y aclara que estos últimos son mas “seguros”, ya que cuentan con emisión de ley extranjera.
Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, por su parte, considera que «para quienes se animen un poquito más, compartan optimismo sobre el futuro local y con horizonte más de largo que de corto plazo, la deuda soberana en moneda extranjera, los bopreales y el «equity» local son una buena opción», siempre teniendo en cuenta el riesgo de los activos locales.
Asimismo, apunta que, en el actual escenario, son atractivos los cedears de alto dividendo para cobertura, dado que el dólar CCL está a la par del MEP y las LECAP.
A lo que Alonso agrega que «los bonos soberanos (AL30, AL35 Y GD30), las obligaciones negociables, las más conservadoras, y los cedears (pensando en las tecnológicas como los más interesantes) son alternativas interesantes para tener una cartera diversificada». Según su mirada, a mediano largo o plazo, hay que pensar las inversiones siempre en dólares.
Las acciones, una montaña rusa para el largoplacismo
Otra posibilidad que contempla Alra es la de «subirse a las montañas rusas de las acciones», pero advierte que el Gobierno tiene una dificultad importante en la dinámica de la economía real, que está en plena recesión, y señala que, si bien el mercado financiero a veces puede tardar en ver eso como un problema, «tarde o temprano lo hace» y eso repercutirá en la dinámica de los papeles de empresas.
En este sentido, menciona que «es importante, siempre entender el riesgo que conllevan las inversiones, mas cuando son en Argentina, un país complejo y volátil para el inversor.
Bastante también apunta que, «para los más arriesgados, puede haber oportunidades en acciones luego de las correcciones que hubo en mayo y junio», sobre todo, en las vinculadas a energía e infraestructura, que pueden verse beneficiados con el nuevo marco normativo del Régimen de Incentivo a los Grandes Inversores (RIGI). Pero, solo para inversores más arriesgados y no cortoplacistas es válida esta opción.