SÁENZ PEÑA (Agencia). Cerró sorpresivamente la sucursal de autoservicio mayorista Diarco de esta ciudad, y dejó sin la fuente de trabajo a más de veinte empleados que trabajaban desde que la empresa abrió sus puertas hace algunos años.
El moderno edificio está ubicado en la intersección de rutas 16 y 95 en el acceso a esta ciudad, y se comenta extraoficialmente que el inmueble ya habría sido vendido, antes del cierre definitivo.
La noticia del cierre de la Distribuidora Argentina de Comestibles (Diarco) fue prácticamente al igual que las demás sucursales que se vienen cerrando desde principios de este año, se debe a la caída en las ventas, y sería una de los principales motivos por lo que los propietarios decidieron cerrar la única sucursal que había en la provincia, enclavada estratégicamente en las inmediaciones a la rotonda de dos ruta nacionales como son la 16 y 95.
«ESTAMOS DESORIENTADOS»
Cronistas de NORTE que concurrieron hasta el lugar donde todavía permanece el moderno edificio vieron a algunos de los empleados que salían del lugar mostrarse muy preocupados por el futuro de su fuente de ingreso como sustento. Dijeron que «a pesar que las autoridades del lugar les manifestaron que serían indemnizados, no es la solución, porque con la situación tan crítica que está pasando el trabajador, dónde se consigue un empleo fijo».
«Estamos devastados las más de veinte familias que trabajábamos en el lugar, no puedo creer esta situación tan de mi…, esto no parece estar ocurriendo, no puedo enfocarme en qué podría pasar de aquí en más», lamentó uno de quienes hasta ayer fuese empleado de la firma Diarco.
SE LA VEÍA VENIR
En este contexto de crisis, uno de los empleados de la firma que tenía jerarquía de jefe dijo que «la podíamos ver venir a esto, con el cierre de varias sucursales en otras provincias que incluso vendían un poco más que nosotros aquí, ya la cerraron hace dos meses».
«Si bien esto nos tomó de sorpresa, porque sin anticipar nada, este martes cuando intentamos ingresar a nuestros puestos de trabajo, ya había una persona que nos indicó que cerrarían la sucursal, y que debíamos permanecer en el playón de ingreso, que nos comunicarían lo que sucedería con cada uno de los empleados», comentó el empleado que pidió la reserva de nombre.
Otro de los testimonios de parte de un empleado que también quedó en la calle dijo que «si bien veíamos que no se vendía de la misma manera como sucedía hasta fines del año pasado, y eso cuando pasa en un comercio de estas características, directamente bajan las persianas». «Pero generalmente avisan a los empleados con varios días de anticipación, en esta oportunidad nada de eso sucedió», resaltó el exempleado
